Villeret, la evolución de un icono
Algunas creaciones no buscan conquistar el tiempo — simplemente lo trascienden. Con su renovada colección Villeret, Blancpain reafirma un legado de artesanía refinada, donde cada detalle cuenta una historia de arte, precisión y elegancia duradera. En el corazón de esta línea se encuentra la complicación de fases lunares — introducida en 1983, hoy una de las firmas más emblemáticas de la Maison.
Un legado vivo, reinventado
El calendario completo con fases lunares lanzado en 1983 marcó un punto de inflexión decisivo en la historia de Blancpain. En una época en la que la crisis del cuarzo amenazaba con eclipsar la relojería tradicional, la creación de Blancpain reafirmó el valor eterno de la maestría mecánica. Su bisel de doble escalón, estilo sobrio y complicaciones poéticas establecieron los códigos estéticos que siguen definiendo a Villeret hoy en día. Más allá de su excelencia técnica, este reloj encarnó la dimensión humana de la relojería — el arte, la emoción y el trabajo artesanal transmitidos a lo largo de dos siglos de tradición relojera suiza. Demostró que un reloj acabado a mano con esmero no tiene nada en común con uno de cuarzo producido industrialmente. El Villeret se convirtió en símbolo de resiliencia y en faro del renacimiento de la relojería mecánica suiza.
“Este reloj fue más que un tributo a la tradición relojera” recuerda Marc A. Hayek, presidente y CEO de Blancpain. “Abrió nuevas perspectivas y reavivó el interés por la relojería mecánica.”
La alma en el gesto
Cuatro décadas después, el Villeret sigue evolucionando con la misma devoción por la belleza y el equilibrio. En la Manufactura de Le Brassus, relojeros y decoradores combinan experiencia técnica e intuición artística para perfeccionar cada componente — desde la luna expresiva esculpida en oro hasta las agujas luminiscentes, los números romanos pulidos, el rotor calado y las cálidas esferas opalinas. Cada elemento lleva la huella de la mano humana, invisible pero inimitable, otorgando a cada Villeret un alma única. No es simplemente un reloj que mide el tiempo; es una creación que celebra su poesía.
La eternidad en movimiento
Símbolo de un estilo de vida discreto y cultivado, el Villeret perdura a través de generaciones con una confianza serena. Ni nostálgico ni ostentoso, encarna una forma rara de lujo auténtico — uno que no se muestra, sino que se siente.
Villeret: la expresión de la eternidad
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